viernes, 30 de septiembre de 2011

Exilio

Hoy ya no quiero más.

No quiero tenerte en mi cabeza, ni en mi pecho, no quiero seguir regenerando los pedazos que rompes en mí. No más.

Tu indiferencia hizo un buen trabajo, y como aún no he aprendido a lidiar contigo, al terminar esto escaparé de tí. No es tan dificil desaparecer para alguien que ya te ignora. Gracias por eso.

Camila, en algún momento tuvimos una buena amistad /creo/ y llegué a apreciarte bastante, incluso sentí que te comprendía. Con el paso del tiempo comencé a ver cosas en tí que quizás hubiese preferido no ver, pero que no son nada de lo que debieras avergonzarte, esa mujer independiente, inteligente y sutilmente dominante que vi, esa mujer insegura de su propia belleza, tratando de encontrar un complemento.
Que puedo decir. Esa belleza tuya /física e intelectual/ logró despertar cosas en mí que creí perdidas hace muchos años.
        Espero que un día logres encontrar a alguien que despierte las mismas cosas en tí.


 En alguna parte de tu mente ya sabías todo esto. Te lo dije una de esas noches de ebriedad. No soy la mujer no cuatica que esperabas que fuera tampoco, pero supongo que eso tambien lo sabías.


       

domingo, 25 de septiembre de 2011

Ciudad de tus memorias

Hoy volví a esta ciudad donde he vivido tantas cosas, sola, contigo.
  Temo un poco encontrarte nuevamente, así, de sorpresa. Me cuesta ocultar mis sentimientos sin preparación. Imagino que te miro diferente, siento que te miro diferente, y te suelto de manera incomoda cuando te abrazo; aunque me encantaría levantarte del piso. Literal y metaforicamente. Despegarte del suelo.
  Hable con esa amiga que tenemos en común, me dijo que te vió y volví a ponerme nerviosa, como si te estuviera viendo, como si se tratara de noticias que aclaran en que estamos paradas.

Todavía no comprendo bien como alguien tan fisicamente fragil puede moverme el piso de esa manera.

Camila, te agradezco profundamente que hayas roto esos pedacitos de mi ser, te agradezco los besos nocturnos y el abrazo envolvente en que amanecí esa tarde. Te agradezco que seas como eres, que me hayas fascinado a tal punto que no puedo sacarte de mi mente, que me confirmes que no soy tu tipo, que te olvides de mis momentos, que simules que no existo. Quizas todo esto me haga mejor persona algún día, mientras tanto, descubro esta veta creativa que me plantaste con tu forma de ser.

   Hoy te quiero, más tranquila y sin esperanzas, pero feliz. Hoy sí me imagino como seguirá mañana.

viernes, 9 de septiembre de 2011

El recuerdo

Hoy me sentí nerviosa, como ese día que te ví por sorpresa. No sé porque, quizas confunda mis propias alteraciones cardiacas con mi atraccion hacia tí.
    Esa sería una buena revelación.
Saber que no te quiero, o que no me gustas -cualquiera sea la afirmación más cercana-.
No sé que tienes tú que me recuerdas a la Macka... esos encontrones de sentimientos con ella, esas ganas irreconciliables de abrazarla cuando estaba frente a mí, esa sonrisa estúpida que aparecía en mi cara de tan solo pensarla. No quiero siquiera imaginar que te estas convirtiendo en eso para mi. Ella fue la mujer de mi vida. No quiero amarte de esa manera.
Y aún siendo similiar, nunca es lo mismo; con ella era más fuerte.
Algún día te confesaré todo, quizás en ánimo de rabia porque rompiste otro pedacito de mi ser con tus comentarios, quizás tranquila luego de superarte, quizás tranquila porque ya existe alguien más.

Hoy no te extraño, pero nunca sé mañana.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

La eterna agonía de la indiferencia

Sería más facil saber que te quiero, o sentir con profundidad una rabia u odio interno, cosas innegables que aclararían donde estoy parada ante ti. No contigo.
  Pero no sé, no tengo idea que me sucede contigo, cuando me hablas o cuando ni te dignas a saludarme, cuando te olvido o cuando un tanto ebria -no necesariamente de alcohol- solicito tu compañia.
 Me agradan los días cuando no recuerdo que existes, pero no son tantos.

  No tengo más palabras o expresiones para tí. Hoy quise decirte todo, pero soy cobarde y no lo hice, sé que quizas tenga las fuerzas suficientes para escapar de tí, solo que no logro juntarlas en un mismo instante.


 Me atrape contigo. Lamentable.