viernes, 30 de septiembre de 2011

Exilio

Hoy ya no quiero más.

No quiero tenerte en mi cabeza, ni en mi pecho, no quiero seguir regenerando los pedazos que rompes en mí. No más.

Tu indiferencia hizo un buen trabajo, y como aún no he aprendido a lidiar contigo, al terminar esto escaparé de tí. No es tan dificil desaparecer para alguien que ya te ignora. Gracias por eso.

Camila, en algún momento tuvimos una buena amistad /creo/ y llegué a apreciarte bastante, incluso sentí que te comprendía. Con el paso del tiempo comencé a ver cosas en tí que quizás hubiese preferido no ver, pero que no son nada de lo que debieras avergonzarte, esa mujer independiente, inteligente y sutilmente dominante que vi, esa mujer insegura de su propia belleza, tratando de encontrar un complemento.
Que puedo decir. Esa belleza tuya /física e intelectual/ logró despertar cosas en mí que creí perdidas hace muchos años.
        Espero que un día logres encontrar a alguien que despierte las mismas cosas en tí.


 En alguna parte de tu mente ya sabías todo esto. Te lo dije una de esas noches de ebriedad. No soy la mujer no cuatica que esperabas que fuera tampoco, pero supongo que eso tambien lo sabías.


       

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