domingo, 25 de septiembre de 2011

Ciudad de tus memorias

Hoy volví a esta ciudad donde he vivido tantas cosas, sola, contigo.
  Temo un poco encontrarte nuevamente, así, de sorpresa. Me cuesta ocultar mis sentimientos sin preparación. Imagino que te miro diferente, siento que te miro diferente, y te suelto de manera incomoda cuando te abrazo; aunque me encantaría levantarte del piso. Literal y metaforicamente. Despegarte del suelo.
  Hable con esa amiga que tenemos en común, me dijo que te vió y volví a ponerme nerviosa, como si te estuviera viendo, como si se tratara de noticias que aclaran en que estamos paradas.

Todavía no comprendo bien como alguien tan fisicamente fragil puede moverme el piso de esa manera.

Camila, te agradezco profundamente que hayas roto esos pedacitos de mi ser, te agradezco los besos nocturnos y el abrazo envolvente en que amanecí esa tarde. Te agradezco que seas como eres, que me hayas fascinado a tal punto que no puedo sacarte de mi mente, que me confirmes que no soy tu tipo, que te olvides de mis momentos, que simules que no existo. Quizas todo esto me haga mejor persona algún día, mientras tanto, descubro esta veta creativa que me plantaste con tu forma de ser.

   Hoy te quiero, más tranquila y sin esperanzas, pero feliz. Hoy sí me imagino como seguirá mañana.

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