Dani, lo siento, no lo recordaba.
Cuando te fuiste, aquel fatidico día del accidente, cuando aún eramos nosotras dos las únicas en el mundo, en esos momentos pensé: No te olvido nunca, ni un solo día de mi vida, siempre serás mi brujita.
Y hoy, en medio de la noche, absorta en un montón de cosas insignificantes, lo recordé, te recordé, el momento aquel; el dolor que sentí en mi pecho, lo mucho que ardían mis ojos, mi garganta, mi cuerpo.
Lo siento, nunca pensé que olvidaría eso un día. Lo siento, en serio que sí, no me perdono haber dejado de pensar en tí un momento.
Lamento tanto no haber cumplido esa promesa, o dejarme vencer por cosas superables de la vida. Sufrír por estupideces cuando perderte ha sido lo único tremendamente irremediable y doloroso. Si me estás viendo, perdoname, por favor perdona a esta estúpida mujer que amaste hasta el día final. Perdoname por no haberte amado todos los días después de eso.
Un día, y esto lo juro, un día podré pararme firme y hablar contigo en el aire, y saber que estarías orgullosa de mí.
Por ahora, sólo me queda recogerme en mi cama y llorarte denuevo. Sentí como si denuevo te hubiese perdido.
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