domingo, 12 de febrero de 2012

Trato

Bueno, así será todo.

Yo ya estoy armando tu regalo, pero será -lamentablemente- el último indicio de mi persona contigo.

Lo sé, es complejo, pero revisando los hechos, es el paso lógico.

Darte cosas - aunque nazcan de mí- cosas que tú no quieres de mí, cosas que otra persona probablemente debería darte, que quizás te da, estas cosas significativas y sentimentales. Ya que más ?

Sé que mil veces he dicho que mi mente ya decidió olvidarte o que te ignoraré con todas mis fuerzas, pero esta vez, esta vez sólo es la profunda desilusión de pensar que quizas botes mis regalos cuando los hayas recibido, quizas no a la basura, pero a una caja donde estén el resto de las cosas insignificantes de tu vida.

 El regalo te lo doy porque me es imposible olvidar tu cumpleaños, de la misma forma que me es imposible olvidarte a tí, o hacerme la loca con las ganas eternas que tengo de regalarte mil cosas y llevarte a miles de lugares.

Es lo que hay, es lo que siento.

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