Lo acepto

Te tengo miedo, mucho miedo.

No por las razones que uno usualmente pudiese tener miedo, pero por lo relacionado con lo que siento hacia tí.

Mentí cuando dije que no sabía si quería verte, siempre quiero verte, pero tengo pánico, un tremendo y muy gutural pánico a lo que pueda acontecer.
  No sé que podría decirte, no sé como voy a reaccionar al verte, si terminaré avergonzandome a mi misma frente a tí, si serás hiriente conmigo, no sé.

Después de todo este tiempo, desconozco lo que pueda pasar y te temo tremendamente.
     En caso de que no logre poner mis ideas en orden si nos vemos, bueno.. :

Lo siento, lo siento Camila, por haber reaccionado como lo hice, por haberme puesto tan cuática, pero tuve pánico, tuve pánico de las cosas que me estaban pasando contigo, nunca esperé que me pasaran, y creeme que nunca quise arruinar nuestra amistad, es solo que.. tampoco quería terminar destrozada como me pasó la última vez que me enamoré.

Sé que no es tu culpa, y sé que nunca te prestaste para malos entendidos ni nada por el estilo, pero lo siento, no pude evitar sentir lo que sentí por tí. Ahora, entiendo bien cuando dices que no tienes tiempo para estos rollos míos, quizás me molesté cuando lo dijiste, pero lo entiendo, no porque yo diga las cosas que digo, o sienta las cosas que siento significa que tu tengas que tener un trato diferente hacia mi persona.

 No puedo pedir que sientas las cosas que me pasan. Es un proceso individual.

Después de muchas horas de psicoanalizarme, y de varias conversaciones, creo que quizas exista la posibilidad de convencerme que todo esto surgió por mi grado de inconformidad con mi vida amorosa. Pero no puedo asegurar nada, de todas maneras mi lado racional sigue señalandome lo genial que eres, y lo bien que nos llevabamos hasta cierto punto.

Siempre voy a extrañar tus abrazos.

No puedo negar que, al menos una vez al día, me dan unas ganas locas de abrazarte y quererte.

Sólo espero que todo resulte de la mejor manera posible.