martes, 4 de octubre de 2011

Noches eternas

No sé si esta madrugada deba adjudicarte mi falta de sueño, no siento nada. 
        No temo encontrarte, no me duele pensar en tí sabiendo que no ocupo tu mente, ni tu memoria. He tenido rabia, culpa y muchos otros sentimientos que no logro describir, pero a pesar de todo, y de nada que sucede, sigues presente.
     Quizás solo llegue a ser una historia, una anecdota en una noche de juerga, una mujer extraña que fue absurda y sintió cosas por tí sin tenerte a su lado. Quizás todo eso o quizás nada.
         Serás para mí, un recuerdo vagabundo, borroso, intenso, eres noches sin sueño, donde casi logro recordar como fue que llegaste a mis brazos, donde solo me golpea la memoria de no querer soltarte. No podre abrazarte denuevo. No podré molestarte con mi insistencia en recoger tu pelo, excusa barata para acercarme, excusa barata para tocar tu rostro.
   No te olvido.
      La costumbre trata de hacerme decir "lo siento", no me disculpo. No fue mi error ni el tuyo lo que renació en mis particulas, no puedo disculparme por mirarte diferente; no me disculparé por dejar de verte.
 
   Ya casi concilio el sueño, ya casi te deja ir mi mente, quizás para encontrarte en un sueño. Sueños torturadores y paralelos, que todavía te tengo en mis brazos, que no te suelto, que no huyes de mí. Sólo quiero envolverte mientras duermes. Supieras.

  Otro día más, otra noche, momentos en donde me invades por completo, como la adrenalina; sin los nervios, ni la aventura, sin imagenes en mi cabeza de tus fotos felices y mis miedos conscientes de que tu sueño se haya ido por otra.  Miedos reales.

     Sueños tranquilos para tí, sueños y amaneceres inolvidables como fue para mi ese día, sueña desconocido y olvidate que existo. A ver si me contagias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario